En una charla en el Club de Emprendedores del IESE, surgió una pregunta que tiene mucha importancia.
Todos la conocemos, pero nadie podrá dar las respuestas adecuadas tan fácilmente.
¿Por qué van a preferir tu producto sobre otro de la competencia mucho más barato?
La respuesta fácil es: diferenciación. ok, Ahí estamos todos de acuerdo.
Pero más allá, cómo nos vamos a diferenciar realmente es donde está la encrucijada. En mercados iniciales no tenemos este problema porque podemos ser los primeros en dar una solución a un problema y entonces tenemos a todos los clientes que queramos, podemos poner los precios que queramos y no pasa nada. Simplemente seremos felices. A esto se llama monopolio. Por desgracia las leyes ya no lo permiten :( para hacernos ricos necesitamos currarlo un poco más.
La competencia en su peor versión genera una guerra de precios. Lo decimos así, por que si todos los competidores se unieran para ajustar un precio único en el que todos generen un margen y opriman al consumidor, tampoco estaría tan mal para nosotros. A estos clusters, también se les ve con malos ojos, el más famoso fue la OPEP en los años 80´s que hicieron lo que quisieron con el precio del petróleo, pero ahora esto ya no es posible. Las leyes de nuevo ponen trabas a la avaricia.
No nos queda más que diferenciarnos de verdad, para lograr que nuestro producto o servicio valga la pena para los consumidores en diferencia de precios. Una guerra de precios nos hará pedazos si no tenemos claro que nuestro valor diferenciador. Por eso es tan importante esta respuesta. ¿Qué tenemos que nos haga vales tanto?
La respuesta no es fácil, pero cuando la tengamos, sabremos lo que podemos llegar a hacer.