Una de las grandes preocupaciones que tienen los emprendedores es quedarse obsoletos en poco tiempo. Es decir, que pase un tiempo de éxito y luego vena caer sus ventas e ingresos. Esa es una preocupación muy válida, por que atenta contra la sobrevivencia de la empresa y del mismo emprendedor.
Cómo podemos evitarlo, no basta con trabajo, se necesita creatividad. Nuestros productos y servicios deben tener un valor agregado que siga cautivando a los clientes. No podemos dejar de seguir pensando en mejorar y sobre todo en innovar.
Osea, hacer los mismos productos y servicios de mejor manera, con un plus, un extra. Con un toque único que nos distinga de los demás y sobre todo que le agrade al cliente. Debemos aprender cosas nuevas que nos permita estar a a la vanguardia o al menos dentro de la tendencia del mercado. Si vendemos ropa, tenemos que estar a la moda. Pero si vendemos webs debemos saber las novedades del sector para ponerlas en nuestras páginas y que los clientes estén contentos con los cambios.
Es nuestro deber aprender estar cosas, no podemos quedarnos con los conocimientos básicos y con la idea de que lo que está bien hecho ahora, estará bien hecho siempre. Hoy menos que nunca podemos quedarnos en una zona de confort, por que la competencia está detrás de nosotros y nos pueden comer los clientes en un clic. Debemos reinventarnos e innovar, hacer las mismas cosas de manera distinta y con un toque moderno, sin perder la esencia.
No hacer esto significa que nuestro proyecto podría fracasar en poco tiempo. Es un trabajo extra, si. Pero hay que hacerlo. Estar al día en tendencias del sector, adaptarnos a los clientes y sorprenderlos es una fórmula de éxito seguro.