Una de las herramientas más prácticas para los emprendedores es hacer presentaciones de sus productos o servicios.
Éstas tienen que ser dinámicas, interesantes y sobre todo reales. Las presentaciones tienen que ser ordenadas, prácticas, directas, abstractas. Lo más importante no es lo que venga de forma visual, es lo que nosotros digamos como material de apoyo.
Existe una modalidad de presentación que le llaman “speach elevator” que significa discurso de elevador. Esta es una tendencia americana donde los directivos coinciden en un ascensor y están atrapados ahí, en un cápsula durante unos minutos. Es una excelente oportunidad de darte a conocer y presentar tu proyecto, empresa, etc. Tienes muy poco tiempo, por lo que debes ser directo, ameno y sobre todo cordial, por que estás a unos centímetros de violentar el espacio personal de tu interlocutor.
Existe una gran aceptación por éstas prácticas bien hechas. Aunque no es muy europeo no ha importado para los nuevos emprendedores que se buscan la vida en estos tiempos.
Otras presentaciones son los típicos Power Point, no es que sean lo más novedoso, sino que son lo más universal. Todo mundo lo sabe usar, todo mundo lo tiene instalado y es la herramienta más común. Pero si queremos dar un plus, dar un poco más de nosotros para cautivar un poco más a nuestros clientes les recomendamos hacer videos. Los videos tienen una gran aceptación, mucha popularidad, se vuelven virales. Requieren un poco más de esfuerzo pero valen la pena.
Algunos emprendedores dan un paso más allá y dan muestras de su trabajo, como la repostería, la cocina, etc. Algunos más hacen un ShowRoom, una sala de exhibición donde los clientes pueden testar, probar, usar, conocer de primera mano los productos que les ofrecemos. Muy usado para electrónicos, videojuegos, etc.
Cualquiera que sea la presentación que puedas hacer, o te puedas permitir, hazlo bien. Por que la gente a la que le interesamos nos buscará por ahí antes de decidir su compra. O más aún, en una de esas micro presentaciones nos puede abrir un mundo de posibilidades.