Hace poco escribimos sobre la importancia de mantener nuestra intimidad a salvo en las redes sociales. Hoy hablaremos un poco más al respecto, pero ya no solo de la intimidad sino de las actividades diarias.
Por fortuna las redes nos ayudan a compartir todas nuestras acciones con las personas que sentimos cercanas. Expresar nuetras ideas y sentimientos, nuestros estados de ánimo, prácticamente TODO.
Pero debemos tener cuidado por que las redes sociales no son perfectas en su privacidad. Se da por entendido que al escribir algo damos nuestro conocimiento tácito de que puede ser visto por cualquier persona aún estando fuera de nuestros conocidos. Es aquí donde vienen los problemas. Por que tal vez expresamos o mostramos cosas que pueden incomodar a otras.
Si nos mantenemos en un ámbito público esto debe ser muy cuidado. Por que por ejemplo exponer una idea de religión o de razas, puede ser muy contraproducente para ciertas acciones. Otro aspecto a NUNCA OLVIDAR es que no existe tiempo en las redes, no hay pasado, NO SE OLVIDAN JAMAS. Lo que hayamos expuesto hace años, puede permanecer presente y una idea de hace 4 o 5 años, nos puede contrariar hoy en día.
Dentro de lo privado se pueden hacer ciertas acciones legales a terceras personas que utilicen este tipo de material en nuestra contra. Pero recordemos que esto estará siempre bajo el criterio de un Juez, puede verlo bien o mal, depende de nuestras justificaciones. Esto significa un trabajo enorme por nuestra parte para justificar algo que pensamos y expresamos libremente.
Ahora en tiempos electorales candidatos han caído por completo por culpa de no cuidar estos detalles, personajes famosos, estrellas de cine, deportistas, etc. NO PENSEMOS QUE ESO JAMAS NOS VA A PASAR. Nosotros también podemos ser víctimas de nosotros mismos al buscar un empleo, al conocer a una persona especial o iniciar una relación, al ser promovidos, etc
Nuestra recomendación es la prudencia y el sentido común a la hora de publicar algo, pensemos siempre en no incomodar, pero sobre todo en no hacernos daño en un futuro. No ofendamos, no mezclemos temas espinosos, no nos comprometamos a nada, sobre todo no cometamos errores que nos pueden costar muy caro después. Ser prudente ahora nos ahorrará muchos problemas futuros.