Muchas veces estás en una conversación, en una reunión, o simplemente con alguien y suena un pitido es sus muy diversas variantes. Todo se interrumpe y se atiende a quienquiera que sea el que se entromete en la conversación. Otras veces simplemente en una reunión se está consultando sin más el móvil “inteligente”
Yo me pregunto ¿cómo puede la gente hacer cualquier cosa que requiera concentración si hay continuas interrupciones que distraen la atención? Cuando estoy con alguien e interrumpe lo que estamos haciendo para atender las solicitudes de la maquinita no puedo evitar pensar en su mala educación.
¿No viviríamos mejor si lo tuviéramos siempre en silencio y simplemente lo atendiéramos en determinados momentos de día? ¿Tan urgentes e importantes son las decenas de veces que a lo largo del día el móvil nos requiere algo? Se ha instaurado la costumbre de que cualquier cosa hay que atenderla inmediatamente. Y si dejas de atender una petición al instante, el que ha contactado contigo se pone muy nervioso y te vuelve a dar un toque al cabo de un rato.
Demos valor a nuestro tiempo y dedicación. También demos respeto a las personas con las que estamos reunidos en esos momentos que siempre suena el movil. Atendamos lo verdaderamente urgente y demos paso al respeto a los demás.