Pleno Agosto. Y tú buscas empleo. Y crees que este mes, es un mes perdido porque “¿qué vas a hacer en agosto con respecto a tu búsqueda de empleo si no hay nadie, si todo el mundo está a remojo y, con un poco de suerte, puede que incluso tú mismo estés disfrutando de tus merecidas vacaciones?”
Mi intención es darte unas pautas para que puedas seguir trabajando en tu desarrollo profesional este verano y, así, no des por perdido este mes:
-
Entierra en la arena a tu sentimiento de culpa.
He escuchado decir cosas tales como que “este año no merezco vacaciones, porque no he trabajado” Error. Grave error.
Este año las necesitas más que nunca, necesitas unos días de descanso como el que más (no es necesario irse muy lejos ni gastar mucho para disfrutar de esa sensación a la que sabes que me refiero) Relájate y disfruta.
-
Networking en el chiringuito.
En general, en verano, socializamos mucho más (familiares que vienen en vacaciones, amigos de amigos que están pasando unos días y coincides con ellos, amigos que vuelven a casa en verano, etc)
No te voy a pedir que “des la brasa” contando tu situación ni mucho menos que pidas empleo, etc. Sabes que nunca te recomendaría eso porque sabes que eso no funciona así exactamente.
Pero si es cierto, que una de nuestras funciones clave cuando buscamos empleo consiste en la obtención de información (qué están buscando las empresas, cuál es su situación, en qué sectores se están produciendo contrataciones, etc) Estate atento y cuando salga el tema trabajo (muchas personas hablan de su trabajo aunque sea agosto) trata de preguntar sobre este tipo de datos
Y algo muy importante, asegúrate de que tus amigos, conocidos y demás familia, están al tanto de tu perfil profesional. Céntrate en explicar qué tipo de trabajos podrías llevar tú a cabo. La mayoría de la gente se queda con que eres psicólogo, eres ingeniera y en muchos casos, el asunto degenera a algo así como: “trabaja en una oficina” o “no sé muy bien de que trabajaba pero tenía un cargo importante” Si estamos diciendo que nuestros contactos son una buena fuente para acceder al empleo no nos podemos permitir que desconozcan por completo a que nos dedicamos. Mientras juegas a las palas, mientras tomas el sol y demás parafernalias veraniegas, puede ser un buen momento para conversar sobre las tareas que tú puedes hacer en el mundo laboral para dejar este tema claro de cara a septiembre.
-
Mientras tomas el sol, mientras haces senderismo, cuando todo el mundo a tu alrededor duerma la siesta… Piensa
Ha llegado el momento, nos pasamos la vida en piloto automático, tirando y tirando y,dedicamos poco tiempo (algunos nada) a pensar. Y en nuestra búsqueda de empleo, este es un aspecto que no podemos descuidar.
¿Qué me gusta en realidad? ¿Si yo pudiera escoger, a qué me dedicaría? ¿Dónde quiero llegar? ¿De verdad? ¿O eso es lo que me han dicho que tenía que conseguir pero yo no estoy del todo convencida? ¿Estoy en el buen camino? ¿Estoy haciendo cosas que me llevan a conseguir esto que quiero? ¿Qué cosas nuevas voy a probar en septiembre y sucesivos? ¿Qué voy a tratar de cambiar porque me hace daño y no me deja avanzar? ¿En qué soy muy bueno?
Piensa, sin censura y con total libertad. Y si puedes, escribe estas ideas y estas palabras sueltas que se te vienen a la cabeza. Te hará bien.
-
Según vayas dejando atrás kilómetros, conforme el avión vaya cogiendo altura o mientras vas caminando por las afueras de tu pueblo, toma distancia.
Aprovecha esa distancia física para establecer una distancia psicológica con la situación que en este momento te preocupa. Aléjate del problema y si puedes, ponte a analizarlo con perspectiva. Se te ocurrirán muchas más soluciones, muchas más estrategias que cuando estás tan sumamente inmerso en “el problema”. Así que una buena pauta a seguir en estos días es aprender a ver tu problema y tus situaciones con distancia, como si fueras un espectador ¿lo vas a intentar?
-
Si no hay mojito, te tomas una cerveza. No hay problema. Relativiza.
Esta es la consecuencia natural de hacer el ejercicio anterior. No se trata de restar importancia a nuestra situación. Jamás se me ocurriría semejante idea. Pero precisamente por este mismo motivo y para aliviar la carga emocional que supone llevar durante mucho tiempo esta mochila, debemos poner en comparación y en su justa medida nuestra preocupación por este tema.
Es temporal, tiene final feliz si o si y tengo fuerzas, ganas y posibilidad para afrontarla como se merece. Deja de preocuparte y centra tus energías en ocuparte de tu situación de desempleo. No anticipes situaciones caóticas ni adereces con pensamientos catastrofistas, simplemente ocúpate en pensar, hacer, evaluar, probar y más hacer las veces que sean necesarias.
-
Piensa en positivo. Esta pauta en vacaciones y en la playa sale sola, pero por si acaso.
Que no es lo mismo que no ser realista. Que no es lo mismo que ser iluso. Que ya está bien de confundir términos. Que tender a ver el aspecto positivo de las situaciones no tiene nada que ver con no valorar los riesgos, con desdeñar la parte negativa y con no valorarlos en su justa medida.
Pero dicho y tenido en cuenta esto, la vida es mejor cuando una vez analizadas todas las partes de una situación te centras en construir en positivo. De hecho, nuestra vida es mucho mejor cuando nos hablamos a nosotros mismos en positivo: “lo voy a conseguir si me esfuerzo”, “un poco más de paciencia y lo tengo”, “en peores plazas he toreado”. Y si, la vida también es mejor cuando a los demás les hablamos en positivo.
-
Estar a las duras y a la maduras.
Esta es una tarea obligatoria. Se nos da muy bien poner en práctica todo el repertorio de conductas asociado a las “malas situaciones”. Y así, en nada, nos ponemos tristes, malhumorados, hipercentrados en el problema, catastrofistas, negativos, y cuanto menos, preocupados cuando nos enfrentamos a este tipo de situaciones.
Cuando se trata de disfrutar de los “buenos momentos” nos cuesta más sacar a relucir toda la artillería alegre. Así que este año, en tus días de descanso, estate a lo que tienes que estar: a disfrutar de la presencia de tus amigos y de tu familia, a quererte y a ponerte guapo y guapísima :) por dentro y por fuera, a vivir sin la presencia del reloj y las prisas y a disfrutar, por ejemplo, de la sensación tan placentera de ver a alguien reír por ti. A eso. A lo importante. Céntrate en eso.
-
Estar con un ojo avizor.
Cual marinero, tal cual. Y cual guerrero que nunca baja del todo del guardia. Como el desarrollo profesional, la gestión de tu marca personal y tu proceso de mejora está ya tan incorporado en tu día a día, no te va a costar ningún trabajo hacer una revisión de tus alertas de empleo, de tus notificaciones en redes al menos una vez al día, de contestar algún correo importante, etc. Sólo para ver lo importante, no te líes. Ponte un tiempo, márcate un límite.
Si no está tan incorporado como debiera, esfuérzate en dedicar unos minutos al día en este ejercicio. No será un tiempo perdido, te lo aseguro. Te sorprenderías de la cantidad de ofertas de empleo que se mueven, pese a ser agosto. Y recuerda, que nuestro final feliz va a llegar en cualquier momento.
-
Lee. Todo lo que caiga en tus manos. Cuanto más leas mejor. Esto es válido para todo el año.
La última, y, como siempre, la más importante: ríe. Ríe lo que puedas y un poquito más.Esto será sin duda lo mejor que puedas hacer por tu desarrollo profesional en agosto… y en toda tu vida.