Una de las metas que tiene la mayoría de los inmigrantes es llegar a la nacionalidad. El camino no es fácil, al contrario, requiere mucha paciencia. Es un camino largo y cada vez más complicado.
El primer paso es tener la residencia, de cualquier tipo, pero tenerla. Una vez han pasado dos años, se puede pedir una cita para ingresar la documentación necesaria para la nacionalidad. La famosa CITA. Esta se solicita en el Registro Civil de la región en la que estemos empadronados.
Cada Registro Civil funciona en relación a la población a la que atiende. Pero cuidado, no significa que entre menos gente sea más eficiente. No es así. Porque poblaciones pequeñas tienen poca infraestructura y grandes poblaciones tienen más personal dedicado. Sin embargo aún así es inversa la relación de tiempo de los trámites.
En resumen, se debe pedir la cita en donde se vive. No se debe cambiar la residencia en función a la residencia, por que los tiempos de espera pueden ser largos y en ese inter puede pasar cualquier cosa. Un cambio de domicilio durante el proceso puede estropearlo y retrasarlo todo.
El día que sacamos la cita, nos darán una fecha específica en la que debemos entregar toda la documentación que nos piden para iniciar el trámite de la nacionalidad. No es inscribir la solicitud de la nacionalidad, SOLO ES UNA CITA.
El tiempo de espera del día que la pedimos a que nos la den es de casi 22 meses. En algunas poblaciones puede llegar a los 40 meses, depende de la demanda de extranjeros y de la capacidad de los Registros Civiles en esas poblaciones. Cambiar de domicilio no nos acorta el tiempo de espera. Lo mejor siempre será sacarla donde vivimos, ya lo hemos dicho.
El tiempo de espera puede ser muy largo, nos puede parecer eterno. Pero también es una ventaja, para lograr cumplir satisfactoriamente todos los requisitos, que varios de ellos se toman meses. Ir a pedir la cita es el primer paso de un camino que puede llegar a durar hasta 4 años.
Te recomendamos que en todo el proceso te acompañe un abogado especializado, nunca está de sobra.